Los escáneres de ultrasonido, también conocidos como ecografías, utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes del interior del cuerpo humano. A diferencia de otras técnicas de imagenología, como los rayos X, los escáneres de ultrasonido no utilizan radiación ionizante. Esto significa que no tienen los riesgos asociados con la exposición a la radiación, haciendo de la ecografía una opción segura para todos los pacientes, incluidas las embarazadas y los niños.
Además, el ultrasonido puede visualizar órganos que están en movimiento constante, como el corazón. Proporciona una visión en tiempo real, lo que permite a los médicos analizar el rendimiento y funcionamiento de los órganos en cuestión y realizar diagnósticos más precisos.