Los destiladores de agua adoptan un ciclo natural de evaporación y condensación para producir agua pura y libre de impurezas. Su operación implica calentar el agua hasta su punto de ebullición, condensar el vapor resultante y recogerlo en recipiente limpio, eliminando así la presencia de contaminantes, incluidos los organismos patógenos y los productos químicos.
En el ámbito del laboratorio, los destiladores de agua se utilizan en varias aplicaciones importantes, incluyendo la preparación de medios de cultivo, la realización de pruebas de calidad del agua y la calibración de equipos. También desempeñan un papel crucial en los procesos químicos y biológicos, garantizando que los resultados de las pruebas no se vean afectados por las impurezas del agua.