El CO2 es un gas incoloro, inodoro, y compuesto por oxígeno y carbono. Las emisiones excesivas de este gas en la actualidad son una de las principales causas del calentamiento global.

Hoy en día, las emisiones de CO2 se han multiplicado y esto tiene consecuencias graves en el planeta, debido a que este gas junto a otros como el metano y el óxido nitroso contribuye al calentamiento del planeta, es decir estos gases forman parte de lo que se conoce como los gases de efecto invernadero.

El CO2 se encuentra en la atmósfera en una proporción media de 380 partes por millón, en un ciclo conocido como el ciclo del carbono, a través del cual se mantiene presente en la atmósfera, biosfera, hidrosfera y en la litosfera. Investigaciones científicas han demostrado que en los últimos 170 años ha aumentado la concentración de este gas en la atmósfera, disparándose dicha concentración a partir de las últimas tres décadas alcanzando hasta cifras de 415 partes por millón.

Las estadísticas actuales confirman que no han disminuido las emisiones de CO2 durante los últimos años (exceptuando los meses de confinamiento por la pandemia). Las emisiones de CO2 se reparten sobre todo en cinco grandes sectores: transporte (28%), industria (26%), generación de energía eléctrica (23%), edificios (13%) y agricultura (12%).

Científicos resaltan que, si no se disminuyen los niveles de emisión de CO2 a la atmósfera, se augura para la Tierra múltiples riesgos e impactos globales, que traerán catastróficas consecuencias. Como el colapso de cosechas, disminución del agua potable, elevación del nivel de mar, desaparición de ecosistemas enteros, aumento de sequías, huracanes y migraciones masivas por cambios climáticos.

¿Qué es el efecto invernadero?

El efecto invernadero es un fenómeno natural, que mantiene la superficie del planeta con temperaturas aptas para el desarrollo de la vida. Aunque el efecto invernadero en la actualidad se ha desequilibrado gravemente poniendo en peligro la vida en nuestro planeta, gracias al incremento indiscriminado de las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2, metano y oxido nitroso principalmente), lo que traído como consecuencia el calentamiento global.

Estos gases son los responsables de absorber parte de la radiación solar que llega a la Tierra y calentar tanto la superficie del planeta como los niveles bajos de la atmósfera, previniendo así que el calor rebote y salga hacia el espacio exterior. El problema se ha generado por que el ser humano a través de las actividades que realiza ha lanzado una cantidad exagerada de estos gases a la atmósfera, trayendo como consecuencia una alteración del equilibrio natural del efecto invernadero lo que ocasiona acumulo excesivo de calor.  

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