Una estufa de laboratorio por convección natural es aquella que extrae el aire del ambiente en el cual se encuentra ubicada la estufa. Por lo que transmite el calor de una manera uniforme en todo el equipo creando una circulación natural del aire.
Las estufas de convección tienen una doble cámara. El aire entra por la parte inferior de la doble cámara, se calienta al pasar por la cámara de combustión y se distribuye uniformemente por toda la estancia.
Debes tener en cuenta que la estufa de laboratorio es un equipo clave para secar y esterilizar los recipientes de vidrio y metal en un laboratorio. Se conoce también como horno de secado y se clasifica en dos tipos: Por convección natural y convección forzada, según su forma de operación. Trabajan entre la temperatura ambiente y los 350°C.
¿Qué es la convección natural?
La convección es una forma de transmitir el calor por el movimiento de fluidos y entre diferentes densidades. La convección natural es uno de los métodos más antiguos que se conocen para calentar un equipo. Ha sido utilizado desde hace años y siglos y se ha modernizado hasta lo que conocemos hoy en día. Con este tipo de estufas por convección lo que se consigue es transformar los flujos fríos de aire en aire caliente que es expulsado y distribuido de forma homogénea por todo el espacio interior de la estufa. De esta forma se consigue una redistribución equitativa del calor que va fluyendo por todo el equipo de forma continuada.
¿Para qué sirve una estufa de convección natural?
Este equipo se emplea para secar y esterilizar los recipientes de vidrio y de metal provenientes del lavado de un laboratorio. La esterilización es otro proceso que realiza este equipo y es efectuada mediante calor seco a temperaturas de 180 grados Celcius durante unas 2 horas. El vidrio o el metal al ser calentados, por aire a elevadas temperaturas, quedan completamente libres de cualquier actividad biológica.
Características
Una estufa de laboratorio está fabricada en acero inoxidable, tanto en su parte exterior como interior, esto les proporciona una elevada durabilidad. Además, cuentan con un microprocesador que se asegura de mantener una temperatura uniforme y permite graduarla de manera digital.
Modo de empleo de una estufa de laboratorio
Cuando se realizan trabajos en un laboratorio, es necesario lavar, secar y esterilizar los recipientes de metal y de vidrio de uso común. Para hacer esto, se colocan los recipientes en el interior de la estufa.
En ella se genera calor seco a una temperatura de 180 °C durante unas dos horas, lo que permite realizar la esterilización de todo el material dispuesto en la cavidad de secado. Esto elimina cualquier posibilidad de existencia de actividad biológica contaminante en los recipientes.
¿Cuál es la importancia de la estufa?
Las estufas de secado tienen dos funciones primordiales en un laboratorio: Secar y esterilizar el material de vidrio y metal empleado en los trabajos de laboratorio, en exámenes y pruebas realizadas en el mismo.
Luego de haber sido empleados en cualquier trabajo, los implementos de metal y vidrio se lavan y posteriormente se introducen en la estufa para su secado y esterilización, esto los deja listos para un uso posterior.
La esterilización que se realiza en la estufa es producida por el calor seco a 180 ºC durante unas dos horas. Esto absorbe cualquier rastro de humedad y elimina cualquier actividad biológica persistente en la superficie de estos materiales.
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