La galvanoplastia es un proceso industrial que se utiliza para tratar variadas superficies metálicas. Estas superficies se someten a un recubrimiento fino de zinc y níquel, creando un recubrimiento resistente que facilita la resistencia a la corrosión. Una vez aplicado el recubrimiento, el material se somete a un proceso de secado para asegurar que todas las partículas adheridas están bien fijadas al metal. Esto es crítico para mantener la resistencia del recubrimiento a la corrosión, lo cual evita daños por el tiempo o la exposición a determinadas condiciones.
El proceso de secado es una parte importante de la galvanoplastia y es responsable de garantizar que los materiales no presenten problemas de corrosión. La estufa industrial se utiliza en este proceso para acelerar el proceso y evitar daños al material sometido a la galvanoplastia. Esta estufa es generalmente compacta y portátil, permitiendo su uso en diversos proyectos. El uso de la estufa es ideal, ya que produce un calor uniforme alrededor del objeto, a una temperatura y tiempo preestablecido.
¿Cómo realizan las estufas el calentamiento de los objetos?
Las estufas industriales utilizan el principio de convección natural para calentar materiales sometidos a galvanoplastia. Esta convención se logra gracias a los ventiladores ubicados en la base de la estufa. Esto produce un flujo constante de aire cálido, incluso si estos ventiladores no están sosteniendo un voltaje. Los elementos de calentamiento de la estufa se calientan generalmente con electricidad, pero ciertas estufas también aceptan combustible para el proceso de calentamiento.
Los materiales sometidos a galvanoplastia se colocan en la estufa, donde se calientan por un periodo de tiempo especificado y a una temperatura acorde con las características del producto. La temperatura se mantiene constante a un nivel adecuado para el proceso de secado, evitando daños por excesivo calor. La profundidad y velocidad del proceso de secado dependerá del grosor del recubrimiento y la temperatura en la que se aplicó.
Durante el proceso de secado, los productos sometidos a galvanoplastia se someten a una centrifugación para mezclar y destacar el exceso de productos, impurezas y humedad. Esto permite que los productos permanezcan limpios y presenten un recubrimiento de buena calidad y un aspecto profesional. Por ello, el proceso de secado es clave para que el recubrimiento puesto por electrodeposición sobre el objeto cumpla con las funciones deseadas.
¿Cuál es la importancia del secado de los materiales sometidos a galvanoplastia?
Al terminar el proceso de secado, los productos se colocan en cajas especialmente diseñadas para separar los materiales. Estas cajas contienen un elemento absorbente especialmente diseñado para recoger el exceso de humedad, manteniendo el producto a temperaturas adecuadas. Los productos entonces se someten a un desengrase final para limpiar cualquier rastro de partículas antes de ser enviados al cliente.
Las estufas industriales para secar materiales sometidos a galvanoplastia son una parte esencial del proceso. Estas estufas son comúnmente portátiles, permitiendo su uso en numerosos proyectos. Su funcionamiento se basa en el principio de convección natural, logrando una temperatura adecuada para el proceso de secado. Además, los materiales sujetos a galvanoplastia se someten a una centrifugación antes de recibir un desengrase final, asegurando la entrega de buena calidad y un excelente aspecto.
La aplicación de estos procedimientos garantiza que el recubrimiento se mantenga resistente a la corrosión, protegiendo el producto y su calidad por el tiempo. Como estrategia de protección de los metales, aumenta la vida útil de los metales, disminuyendo los requerimientos de mantenimiento y sustitución, lo que sin duda disminuye los costos. En ese sentido, la aplicación del secado a los materiales sometidos a galvanoplastia es fundamental.
Las ventajas de las estufas industriales de Kalstein
Kalstein tienen varias ventajas que se derivan de un diseño inteligente e innovador en cada una de sus partes y los materiales empleados en su elaboración. Los equipos que se tienen a la venta, además de su excelente precio, están elaborados en acero inoxidables, temperatura controlada con microprocesador y un control de tiempo. Estas estufas pueden alcanzar una temperatura de 250 grados centígrados de forma rápida y con calentamiento uniforme. La compra de estas estufas y cualquier otra consulta que desee realizar, puede hacerla a través de nuestras páginas web AQUI y AQUI.